La realidad educativa venezolana plantea un proceso renovador. Esto conlleva a la interactividad y transformación propia del participante para obtener un aprendizaje significativo que integre los saberes, valores, aptitudes, actitudes, habilidades y destrezas. Asimismo, implica una formación que trascienda las paredes del aula, se exigen nuevas destrezas partiendo de que el conocimiento no es estático y de las múltiples posibilidades de acceso a la información. Es preciso que cada día más los docentes y alumnos orienten su proceso de conocer en el “aprender a aprender”, en el “cambio y para el cambio”, y mantener claro que la educación a lo largo de la vida se basa en cuatro pilares: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos, aprender a ser.
En este sentido, el nuevo modelo educativo venezolano, basándose en los cuatro pilares anteriores, posibilita nuevos procesos de enseñanza y aprendizaje, y procura ofrecer a sus ciudadanos las habilidades y destrezas necesarias para poder actuar en este nuevo espacio social telemático.
Para ello, incorpora los entornos educativos virtuales y,reconoce el derecho universal a la educación también en el “tercer entorno”, (el entorno virtual para ser más específicos), de este modo ... “ Toda persona tiene derecho a poder acceder a estos escenarios y a recibir una formación para utilizar las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC)”..., tal como lo contemplan los artículos 108 y 110 de nuestra Constitución Bolivariana y el decreto 825 impulsado por el Gobierno Revolucionario.
Concientes de esta realidad, el Ministerio de Educación y Deportes a través la Fundación Bolivariana de Informática y la Telemática (Fundabit), promueve el desarrollo y actualización de los docentes en este tercer entorno con la formación en el uso educativo de las TIC. La actualización docente se hace a través de estas mismas herramientas, sosteniendo como propósito fundamental brindar acceso continuo, gratuito y permanente a programas y contenidos educativos por medio de espacios virtuales utilizados para tal fin. Para ello, presencialmente se cuenta con más de 870 Centros Bolivarianos de Informática y Telemática (CBIT) distribuidos en todo el país, los cuales cuentan con equipos tecnológicos y un personal docente y técnico dispuesto y calificado para guiar al maestro en su proceso formativo.
El personal docente, es el objetivo de estos planes de actualización a nivel nacional, en vista de ello se maneja un número considerable de diferencias individuales en el cómo enseñan y/o aprenden los docentes venezolanos.
Para tal fin ,se dispone de los cursos a distancia realizados desde Fundabit. Son actividades formativas donde se integran objetivos, contenidos, estrategias y evaluaciones enmarcadas en un diseño instruccional apoyado en las TIC, haciendo uso pedagógico de Internet, la televisión, la radio, las aplicaciones multimedia para potenciar y complementar la construcción del aprendizaje, todo ello bajo los principios del modelo de la educación bolivariana. Hasta los momentos a través de los cursos a distancia, se han actualizado 35.000 docentes aproximadamente.
Esta modalidad proporciona independencia en la metodología de estudio, el docente tiene la responsabilidad de su proceso de aprendizaje, el cual es seguido constantemente por tutores en línea, quienes guían a la consecución de sus objetivos programáticos de acuerdo a las fechas topes para la entrega de asignaciones. Para la gestión del proceso de aprendizaje a través del Aula Virtual, se hace uso actualmente de una adaptación de la plataforma libre MOODLE, en la que el docente encuentra información y materiales necesarios para la elaboración de los trabajos o asignaciones pautadas por el tutor.
El Aula Virtual, posibilita la interacción en línea para realizar análisis de lecturas, elaborar mapas conceptuales, ensayos, discusiones en grupos y trabajos colaborativos, entre otros. Herramientas como foros, chats, envío de correos electrónicos, ejercicios interactivos, entre otros. Incorpora igualmente estrategias de evaluación que contempla un componente sumativo que califica el proceso de aprendizaje a través de indicadores medibles, y otro cualitativo que da gran importancia al desempeño del docente a lo largo del curso, su interacción con el tutor y compañeros, la constancia, dedicación, utilización de recursos propuestos, entre otros aspectos que se evidencien.
Todo este trabajo de gestión de la educación a distancia en la formación deja, como mayor satisfacción, la posibilidad de que el docente pueda actualizarse desde su hogar, su trabajo, en los ratos libres y desde cualquier ubicación geográfica, adecuando los programas diseñados a la medida de su propio ritmo de aprendizaje y tiempo disponible, con acceso gratuito y oportuno al desarrollo personal y profesional en el marco de la presente sociedad tecnológica, ofreciendo la oportunidad de ser libres en tiempo y distancia, para “aprender a aprender”.
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